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Cambiar el mundo para que podamos “vivir en significaciones y cuerpos que tengan una oportunidad en el futuro” (Haraway, 1995)

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Palestina Global: Un impacto para nuestro tiempo.
Por John Collins, St. Lawrence University.
Critique: Critical Middle Eastern Studies, Vol. 16, No. 1, 3–18, Spring 2007.
Traducción: Luis César Bou

La centralidad de Palestina para la lucha global por la justicia y la dignidad humana parece ser cada día mayor. En ninguna otra parte es más evidente que en Iraq, donde los Estados Unidos están hoy siguiendo una política de ocupación que debe mucho al ejemplo pedagógico provisto por la ocupación ilegal por parte de Israel, durante casi cuatro décadas, de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. (1) Muchos iraquíes, influidos no sólo por su propia experiencia de cargar el peso de la ocupación sino también por las imágenes del sufrimiento palestino crecientemente accesibles vía televisión satelital de noticias árabe, han comenzado a articular su propia situación en términos palestinos. (2) De regreso en los Estados Unidos, el movimiento pacifista se ha encontrado a sí mismo haciendo causa común con la lucha por los derechos palestinos, una alianza que está acompañada por la alianza creciente entre los conservadores estadounidenses y quienes apoyan a Israel. (3)
En tandem con estas dinámicas, la segunda intifada palestina ha impulsado la emergencia del Movimiento Internacional de Solidaridad (International Solidarity Movement, ISM) y otros grupos comprometidos a llevar el poder de la solidaridad global a la lucha concreta contra la colonización israelí, bajo la consigna extraoficial de “Todos somos palestinos”. (4) Entretanto, Palestina continúa siendo un tema común en el Foro Social Mundial y otros encuentros asociados con el movimiento por la justicia global. Todo esto sugiere que un número creciente de gente en todo el mundo siente que tiene un lugar en la lucha palestina.
Para muchos que están dentro de lo que Walter Benjamín denomina la “tradición de los oprimidos”, por lo tanto, la centralidad de Palestina es casi axiomática. En la academia norteamericana, sin embargo, el trabajo referido a Palestina ha estado plagado por la tendencia frustrante a tratar la situación palestina como una fundamentalmente excepcional. Tal acercamiento, que está relacionado orgánicamente a la ideología de excepcionalismo que embebe el proyecto sionista/israelí en Palestina, limita tanto la posibilidad de una investigación comparativa significativa como la de ubicar a Palestina en el centro de un análisis teórico global. (5) Aunque este aislamiento de Palestina de su contexto global ha sido puesto ante periódico desafía –en estudios comparativos sobre Israel y Sudáfrica, por ejemplo –un relato de la significación global de la lucha de los palestinos permanece elusivo. (6)
Aunque no deseo negar ninguna de las especificidades locales que ayudan a definir esa lucha, aquí argumento que Palestina también debe ser conceptualizada en términos monádicos; o sea, como una esencia de verdad en la cual está inscripta la historia en curso de un sistema global entero. Al considerar de esta manera a Palestina, estoy tomando la noción de Benjamín de que cada obra de arte es monádica en relación con la idea mayor de Arte de la misma manera que una célula contiene el código genético de un cuerpo mayor. (7) En todas partes Benjamin utiliza el mismo concepto para articular una visión antihistórica de memoria, argumentando que “un suceso recordado es infinito, porque es sólo una clave para todo lo que ocurrió antes y luego de él.” (8) En Palestina, donde la memoria es un escenario central de lucha, tal acercamiento es especialmente apropiado. (9)
Con esta metáfora temporal en mente, este artículo utiliza el trabajo de Paul Virilio para explorar Palestina como un tipo de eje geopolítico que se abre tanto hacia delante como hacia atrás en el tiempo, marcando un punto de colisión dinámica para múltiples pasados y múltiples futuros. Mirando hacia el pasado, el estado de emergencia continuo en Palestina lleva la marca de una variedad de procesos históricos globales: los horrores de la guerra total, culminando en Auschwitz e Hiroshima; las décadas de descolonización posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la carrera nuclear y las violentas guerras por delegación entre las superpotencias llevadas adelante a través del Sur mundial; y la emergencia gradual de una maquinaria global de “guerra pura”. Sin embargo, a pesar de todo el peso de la historia, Palestina también contiene muchas imágenes del futuro. En particular, y en un modo especialmente intenso e inmediato, los palestinos están ahora viviendo la relación entre velocidad y confinamiento que es tan central en el profético trabajo de Virilio. Ellos además están viviendo en el centro de un esfuerzo global para crear nuevos lazos de solidaridad como un antídoto contra los efectos atomizadores de un complejo comercial-militar global.(...)

9 comentarios:

ARIEL dijo...

No tendré miedo, o, por lo menos, no más que en este momento. ¿Acaso no será siempre existencia, variaciones sobre la existencia? Todos esos ojos que devorarán lentamente un rostro, estarán de más sin duda, pero no más que los dos primeros. La existencia es lo que temo.

Jean-Paul Sartre

EMA dijo...

Muy interesante y argumentado.
El dogmatismo rodea, gobierna y enclaustra.
Un beso

Ignacio dijo...

Por enunciación, se niega todo aquello que vaya en contra de establecidas personas o grupos de poder.
Buena entrada. Saludos

Pía dijo...

Sólo entre los hombres las cosas no están en su justo lugar.

Anónimo dijo...

Esta muy bueno este articulo.
Beso
Lea

Abel dijo...

es una realidad que se esta abriendo paso día a día, lo vemos de una u otra manera, a veces tan remisamente que no nos damos cuenta de lo que esta ocurriendo y que estamos formando parte de un cambio, si es buen o mal cambio no sé

un beso, lágrima

Martha dijo...

Hola, sí, la verdad es que es tema interminable.

Anónimo dijo...

Las guerras son el peor invento de la humanidad, creo que no existe ninguna fuente que sea capaz de argumentar una guerra.
Ernesto

Anónimo dijo...

Conciliar debería ser el desafío de todos.
Me gustó leer tus entradas, un beso.
Claudia

....dos pasiones, un escritor...

....dos pasiones, un escritor...
...Julio...