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Palestina Global: Un impacto para nuestro tiempo.

"Djebelia tenía fama de brava. A los que éramos de Djebelia no nos daban trabajo, decían que éramos peligrosos. Un día, en 1969, nos bombardearon. Empezaron a las 10 de la mañana y nos cañonearon hasta las 5 de la tarde. Hubo 500 muertos. ¿Por qué? Porque somos palestinos. De noche rodean el campamento con tanques, no nos dejan salir. Y sin embargo, tienen miedo: yo aprendí el israelí y los oigo conversar. Cuando pasan en un jeep, van sentados alrededor del jeep, apuntando en distintas direcciones". Citado por Rodolfo Walsh en "La Revolución Palestina"

De  Ali Jarekji/ Vidas rotas.


[Palestina Global: Un impacto para nuestro tiempo]. Critique: Critical Middle Eastern Studies, Vol. 16, No. 1, 3-18, Spring 2007.
Traducción: Luis César Bou

Por John Collins, St. Lawrence University.


 
La centralidad de Palestina para la lucha global por la justicia y la dignidad humana parece ser cada día mayor. En ninguna otra parte es más evidente que en Iraq, donde los Estados Unidos están hoy siguiendo una política de ocupación que debe mucho al ejemplo pedagógico provisto por la ocupación ilegal por parte de Israel, durante casi cuatro décadas, de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. (1) Muchos iraquíes, influidos no sólo por su propia experiencia de cargar el peso de la ocupación sino también por las imágenes del sufrimiento palestino crecientemente accesibles vía televisión satelital de noticias árabe, han comenzado a articular su propia situación en términos palestinos. (2) De regreso en los Estados Unidos, el movimiento pacifista se ha encontrado a sí mismo haciendo causa común con la lucha por los derechos palestinos, una alianza que está acompañada por la alianza creciente entre los conservadores estadounidenses y quienes apoyan a Israel. (3)

En tandem con estas dinámicas, la segunda intifada palestina ha impulsado la emergencia del Movimiento Internacional de Solidaridad (International Solidarity Movement, ISM) y otros grupos comprometidos a llevar el poder de la solidaridad global a la lucha concreta contra la colonización israelí, bajo la consigna extraoficial de "Todos somos palestinos". (4) Entretanto, Palestina continúa siendo un tema común en el Foro Social Mundial y otros encuentros asociados con el movimiento por la justicia global. Todo esto sugiere que un número creciente de gente en todo el mundo siente que tiene un lugar en la lucha palestina.

Para muchos que están dentro de lo que Walter Benjamín denomina la "tradición de los oprimidos", por lo tanto, la centralidad de Palestina es casi axiomática. En la academia norteamericana, sin embargo, el trabajo referido a Palestina ha estado plagado por la tendencia frustrante a tratar la situación palestina como una fundamentalmente excepcional. Tal acercamiento, que está relacionado orgánicamente a la ideología de excepcionalismo que embebe el proyecto sionista/israelí en Palestina, limita tanto la posibilidad de una investigación comparativa significativa como la de ubicar a Palestina en el centro de un análisis teórico global. (5) Aunque este aislamiento de Palestina de su contexto global ha sido puesto ante periódico desafía -en estudios comparativos sobre Israel y Sudáfrica, por ejemplo -un relato de la significación global de la lucha de los palestinos permanece elusivo. (6)

Aunque no deseo negar ninguna de las especificidades locales que ayudan a definir esa lucha, aquí argumento que Palestina también debe ser conceptualizada en términos monádicos; o sea, como una esencia de verdad en la cual está inscripta la historia en curso de un sistema global entero. Al considerar de esta manera a Palestina, estoy tomando la noción de Benjamín de que cada obra de arte es monádica en relación con la idea mayor de Arte de la misma manera que una célula contiene el código genético de un cuerpo mayor. (7) En todas partes Benjamin utiliza el mismo concepto para articular una visión antihistórica de memoria, argumentando que "un suceso recordado es infinito, porque es sólo una clave para todo lo que ocurrió antes y luego de él." (8) En Palestina, donde la memoria es un escenario central de lucha, tal acercamiento es especialmente apropiado. (9)
Con esta metáfora temporal en mente, este artículo utiliza el trabajo de Paul Virilio para explorar Palestina como un tipo de eje geopolítico que se abre tanto hacia delante como hacia atrás en el tiempo, marcando un punto de colisión dinámica para múltiples pasados y múltiples futuros. Mirando hacia el pasado, el estado de emergencia continuo en Palestina lleva la marca de una variedad de procesos históricos globales: los horrores de la guerra total, culminando en Auschwitz e Hiroshima; las décadas de descolonización posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la carrera nuclear y las violentas guerras por delegación entre las superpotencias llevadas adelante a través del Sur mundial; y la emergencia gradual de una maquinaria global de "guerra pura". Sin embargo, a pesar de todo el peso de la historia, Palestina también contiene muchas imágenes del futuro. En particular, y en un modo especialmente intenso e inmediato, los palestinos están ahora viviendo la relación entre velocidad y confinamiento que es tan central en el profético trabajo de Virilio. Ellos además están viviendo en el centro de un esfuerzo global para crear nuevos lazos de solidaridad como un antídoto contra los efectos atomizadores de un complejo comercial-militar global.
Virilio y Palestina
Casi se ha convertido en un lugar común anunciar que vivimos en una época de inmensa transformación global, aunque hay poco acuerdo sobre la naturaleza exacta de esa transformación. Una de las voces más desafiantes en el debate actual sobre el futuro global, y quizá la menos valorada, pertenece al teórico francés Paul Virilio, cuyos trabajos tratan sobre las conexiones entre arquitectura, guerra, tecnología y poder. Con sus neologismos ocasionales, relámpagos de claridad, y momentos de oscuridad elíptica, Virilio ofrece un conjunto de herramientas provocativas y diversas con las que explorar el escenario geopolítico contemporáneo. Un cuarto de siglo antes de los ataques del 11 de septiembre y mucho antes de los debates posteriores a la Guerra Fría acerca de la hegemonía global de EE. UU y el "fin de la historia", Virilio detectó que las semillas de un nuevo sistema ya estaban en su lugar y que finalmente producirían las clases de ataques suicidas antisistémicos que presenciamos el 11/9. (10) En años recientes ha ampliado su análisis, argumentando que ahora estamos viendo la emergencia de un "estado suicida global". (11) Alentado por la militarización de la ciencia, el fetichismo de la tecnología, y el simple aunque poco apreciado factor de la velocidad, este cambio pavimenta el camino para un mundo que está crecientemente marcado por el confinamiento y la reducción a guetos, un mundo cayendo hacia la inhabitabilidad y el desastre en la forma de lo que Virilio frecuentemente refiere como el Accidente Total.


La naturaleza profética de los escritos de Virilio los convierte en una estructura especialmente útil par la comprensión del significado global de Palestina. Sus referencias a Palestina son pocas en número, pero en cada caso llevan luz analítica hacia la naturaleza futura de la lucha palestina y su conexión con los procesos globales que comienzan en la era de la "coexistencia" de la Guerra Fria y llegan al ascenso del neoliberalismo y a la normalizacion del terrorismo de estado. Los recientes sucesos en Palestina, incluyendo, especialmente, la consolidación de un sistema de control israelí crecientemente sofisticado, solo refuerzan la necesidad para nosotros de llevar la considerable comprensión de Virilio hacia esta lucha en curso. Como veremos, su trabajo es especialmente sugerente cuando se aplica a la política de confinamiento contemporánea que prevalece en Palestina. Primero, sin embargo, debemos considerar las formas en que el presente fue producido a través de un siglo sangriento que comenzó en las sombras de la guerra total y finalizó en las sombras del estado suicida global.

[De la Guerra Total a la Paz Total]
En la formulación clásica de Karl von Clausewitz, la guerra constituye "la política seguida por otros medios" y debe ser considerada como naturalmente limitada. Al mismo tiempo, Clausewitz reconocía que la guerra tenía una tendencia, en palabras de Tarak Barkawi, "a salir fuera de control y servirse a sí misma en lugar de a la política" -en resumen, metamorfosearse en guerra total. (12)

En la época moderna, la guerra total emerge cuando la industrialización hace posible a un estado movilizar su economía y población entera para una guerra en la cual el estado mismo es percibido como estando bajo amenaza existencial. En tanto Virilio argumenta que la Guerra Civil estadounidense fue ya una guerra total, se une a otros analistas para identificar las guerras inter-imperiales de fines del siglo XIX y del siglo XX como las que marcan la apoteosis de la guerra total. La denominada "sorpresa técnica" de la Primera Guerra Mundial, cuando la economía tradicional no pudo mantenerse acorde a las demandas de la guerra, recae en el trabajo de base para la creación de una "economía especial de guerra" que el presidente Dwight D. Eisenhower, en un discurso admonitorio en la Sala Oval en 1961 destinado a marcar la conclusión de su presidencia, denominó "complejo militar-industrial". (13)

El aspecto retrasado del eje palestino nos señala hacia este mundo de guerra total, porque es este mundo el que creo las condiciones para la emergencia del híbrido proyecto del sionismo de liberación nacional y colonialismo de asentamiento (y también la emergencia del nacionalismo árabe). Como ha argumentado Joseph Massad, la "Cuestión Palestina" -la propia nomenclatura es un producto dde una lógica europea decimonónica que creó muchas de tales "cuestiones" y "problemas" -surge de un complejo proceso a través del cual la "Cuestión Judía" fue desplazada gradualmente (y continúa siendo desplazada) hacia las espaldas de la población árabe palestina. (14) El mismo racismo e imperialismo europeo que preparó el terreno para el ascenso del nazismo y para el Holocausto también condujo a Gran Bretaña y a Francia a dividirse el Oriente Medio luego de la Primera Guerra Mundial, posibilitando finalmente que el problema del antisemitismo fuera desterrado, vía el establecimiento de un estado judío y la creación de otra diáspora: la de los palestinos.
La finalización de la Segunda Guerra Mundial trajo como consecuencia una serie de triunfos para los movimientos exclusivistas de asentamiento colonial: Los Estados Unidos emergieron como la potencia mundial dominante; el sionismo triunfó en asegurar la independencia de Israel en 1948; y, el mismo año, el Partido Nacional tomó el poder en Sudáfrica y comenzó la implementación en gran escala del sistema del apartheid. Los años 40' también presenciaron la introducción de la bomba atómica, una tecnología que luego ayudó tanto a Israel como a Sudáfrica en su búsqueda de convertirse en superpotencias regionales. Para Virilio, la existencia del "arma última" llevó efectivamente a su fin a la era de la guerra total y condujo a una nueva era de paz total asegurada mediante la disuasión nuclear. Refiriéndose a la definición de Clausewitz de la guerra, Virilio argumenta que "la Paz Total de la disuasión es la Guerra Total proseguida por otros medios." (15)
La retórica de la "paz" ha jugado por largo tiempo un papel útil para las potencias imperiales; de hecho, la promesa de llevar la "paz" es constitutiva del imperio mismo. (16) En el caso de los Estados Unidos, la transición hacia la paz total fue conducida más notoriamente por Eisenhower, cuyo liderazgo militar trasnacional durante la Segunda Guerra Mundial y la presidencia subsecuente coincidieron con el proceso gradual por el cual, en palabras de Virilio, "la economía de guerra se convirtió en el modelo para la economía de paz." (17) Como un punto de partida simbólico a este proceso, Virilio ofrece una lectura inusual y provocativa del famoso discurso de Franklin D. Roosevelt "Cuatro Libertades", de enero de 1941:

La tercera libertad, deslizada junto a las otras [libertad de expresión, libertad de culto, libertad del miedo] como una carta marcada, era la libertad de la necesidad. Poco después de esto, en Gran Bretaña, Sir William Henry Beveridge comunicó a los miembros del Parlamento el desde mucho antes esperado informe sobre "seguridad social" (diciembre de 1942). Allí la libertad respecto a la necesidad es trascendida, el sistema económico, en este texto como tal ya es un objetivo de guerra (notoriamente en el "Programa para la Paz Mundial", la Carta Atlántica del 14 de agosto de 1941), se convierte en efecto en el sistema de la sociedad. Eso denominado con cierto entusiasmo convocatoria por la "libertad frente a la carencia" de hecho es exactamente lo opuesto, desde el momento que es el único estado que, en palabras de Beveridge, estará calificado "para hacer el diagnóstico de la necesidad para el bienestar del ciudadano" ...La libertad frente a la carencia es revolucionaria hasta el grado de que substituye al hombre como el recipiente de los servicios sociales y de salud, es decir, el hombre expuesto y solo bajo investigación estadística y clínica, por el hombre común con sus privilegios. La libertad no es más propiamente expresada como perteneciente al "ciudadano", él es un organismo anónimo en una situación limitada, desde el momento que la ley busca la satisfacción mínima de la necesidad, aquella que es indispensable para la vida. Sin cultura, sin sociedad, y sin memoria, esta entidad no tiene precedente histórico, y es la precariedad exclusiva de su situación en el corazón del sistema la que lo liga a éste, desde el momento que, para el hombre así expuesto, la asistencia se ha convertido en supervivencia, la no-asistencia en la condena a muerte. (18)
El papel creciente del estado en asegurar la "libertad frente a la carencia" no puede separarse de los "problemas" enfrentados por los pueblos sin estado (judíos, palestinos, kurdos, armenios, y otros) que complican las categorías estructuradas del sistema interestatal. Consecuentemente, no es sorprendente encontrar que la era de la paz total coincide con un creciente compromiso de los militares en funciones previamente "civiles" de policía, control de fronteras, ayuda ante desastres y otras acciones "humanitarias". La lógica de "libertad frente a carencia" envía un mensaje alarmante a las poblaciones pobres, nómades, del mundo: nosotros los alimentaremos lo suficiente como para mantenerlos vivos, pero los confinaremos si es necesario, en orden a hacer esto último -y mantendremos el derecho a retirar el alimento en cualquier momento. (19)

La discusión de Virilio acerca de la "libertad frente a la carencia" provee un contexto importante en el cual considerar la respuesta de la comunidad internacional a la desposesión de los palestinos en 1947-49. En uno de sus principales casos de prueba, la ONU eligió no hacer cumplir el derecho de los refugiados palestinos a retornar a sus hogares; en cambio, la ONU creó una estructura burocrática completamente nueva cuya misión era "prevenir condiciones de desnutrición y sufrimiento entre los refugiados y conseguir condiciones de paz y estabilidad", con la estipulación explícita de que esas responsabilidades serían finalmente traspasadas a los "Gobiernos interesados de Próximo Oriente... cuando la asistencia internacional para los proyectos de trabajo y asistencia no esté más disponible." (20) Así comenzó la saga de la Agencia de las Naciones Unidas para la Asistencia y Trabajo por los Refugiados Palestinos en el Próximo Oriente (United Nations Relief and Works Agency for Palestinian Refugees in the Near East, UNRWA), cuyo mandato recientemente fue extendido hasta el 30 de junio del 2008. La UNRWA continúa proveyendo servicios básicos a más de cuatro millones de refugiados palestinos registrados en la región. (21) La mayoría de estos refugiados vive en lo que inicialmente fueron construidos como campamentos temporarios, sujetos a un confinamiento creciento en tanto la población continúa creciendo dentro de un espacio finito.
A pesar de sus intenciones humanitarias, la UNRWA entra perfectamente dentro de la matriz de la "paz total de disuasión" de Virilio. Mientras los Estados Unidos y la Unión Soviética estaban ocupados almacenando armas y disuadiéndose mutuamente mediante una política de "destrucción mutua asegurada" (mutually assured destruction',MAD), parece que la comunidad internacional estaba trabajando para desalentar la Cuestión Palestina. En este intento, Palestina demostró, por primera vez de varias, ser profética. El orden de seguridad de posguerra, de disuasión de las superpotencias, combinado con las nuevas instituciones de Bretton Woods (el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional), aseguraron que en tanto la clase baja norteamericana estaba teniendo "desalentados" sus sueños (en las palabras del famoso poema de 1951 de Langston Hughes), las nuevas naciones "independientes" del Tercer Mundo encontrarían "desalentados" sus propios sueños políticos. La descolonización abriría paso a "una nueva segregación, pero esta vez casi incontrovertible, que permite la extensión del estatus de gueto a continentes enteros", escribe Virilio. "La explotación directa e inmediata del pequeño colonialista, el puesto comercial, esa desapareció, para ser reemplazada por la presión inmanente de los países desarrollados en las zonas en cuestión, esto es, el Tercer Mundo. Pronto comenzaron hambrunas, guerras endémicas, miseria, desórdenes, en este limbo de paz total..." (22) Incluso el Primer Mundo mismo no fue inmune, en tanto el ascenso del complejo militar-industrial alimentó una consolidación del poder ejecutivo tan profunda que el "estado de excepción" , alguna vez reservado para los momentos verdaderamente excepcionales, se convirtió en la norma. (23) La humanidad, en resumen, fue la víctima de un proceso a través del cual la política misma fue disuadida.

Durante este período, en tanto los palestinos debieron sobrevivir al golpe de la Nakba (el desastre, forma en que se denomina a la desposesión sufrida en 1947-49), ellos mantuvieron sólo una presencia fantasmal en el escenario global. Aquellos que permanecieron en sus hogares en el nuevo estado de Israel fueron definidos abruptamente como "no-judíos" en un estado explícitamente judío y puestos bajo gobierno militar, mientras que aquellos en el exilio encontraron frecuentemente a los gobiernos huéspedes dándoles mucho menos que una bienvenida. En su poema de 1968 "Una canción ingenua para la Cruz Roja", Mahmud Darwish imagina a un hijo cuestionando a su padre respecto a la condición de la familia. El poema, que ilustra la brecha entre la generación que vivió la Nakba y la nacida en el exilio, es una perfecta ilustración de lo que Virilio tenía en mente cuando se refirió al "hombre expuesto y solo bajo escrutinio estadístico y clínico":

Cuando los sacos de harina se han terminado
la luna llena se convierte en una hogaza de pan ante mis ojos
¿entonces por qué padre vendes mis cantos y mi religión
a cambio de migajas y queso
en los almacenes de la Cruz Roja?
¿O padre debe el bosque de olivos
protegernos cuando llegue la lluvia?
¿nos servirán los árboles mejor que el fuego?
¿la luz de la luna
derretirá la nieve? ¿o abrasará los espíritus de la oscuridad?
pregunto un millón de preguntas
y veo en tus ojos el silencio de la piedra
por tanto respóndeme ahora padre: ¿Eres tu mi padre
o me he convertido en un hijo de la Cruz Roja? (24)


Como "hijos de la Cruz Roja", estos refugiados -muchos de los cuales eran campesinos que habían sido despojados de su tierra y modo de vida -también encontraron que sus propios esfuerzos para sobrevivir y mejorar su situación frecuentemente los ponían en contacto con las diversas fuerzas de la represión del estado: la mukhabarat (policía secreta), el ejército, los guardias fronterizos. (25) Ser un palestino era correr riesgo de muerte, una suerte descrita brillantemente en la novela alegórica de Ghassan Kanafani "Hombre en el Sol", en la cual un grupo de trabajadores migrantes palestinos mueren sofocados tratando de cruzar la frontera desierta entre Iraq y Kuwait en la parte de atrás de un camión tanque, mientras el conductor es retenido por los guardias. Simbolizando todas las estructuras represivas enfrentadas por los refugiados palestinos durante este período, el relato ficticio de Kanafani de la muerte anónima en el desierto -el conductor finalmente arroja los cuerpos, dejándolos blanquearse en el calor ardiente -ilustra un aspecto comparativamente oculto de la Guerra Fría: Cuanto más las superpotencias del Norte Global se disuadían mutuamente por medio del miedo, más los pobres del Sur Global se disuadían mutuamente por medio de la violencia.


[Guerra Pura, Ocupación y Estado Suicida]

Desde la paz total de disuasión, no hay más que un corto paso hasta la total militarización de la ciencia y la tecnología y la creación de lo que Virilio denomina un sistema de guerra pura. "El hecho de tener armamento crecientemente sofisticado disuade al enemigo más y más. En ese punto, la guerra no está más en su ejecución, sino en su preparación," argumenta. "La perpetuación de la guerra es lo que yo denomino Guerra Pura, guerra que no es puesta en acción o repetición sino en preparación infinita. Sólo esta preparación infinita, el advenimiento de logística, también implica el no-desarrollo de la sociedad en el sentido del consumo civil." (26) Este proceso de no-desarrollo, al cual él siempre se refiere como endocolonización, emerge típicamente cuando el proceso de colonización dirigido externamente ("exocolonización") llega a un límite que hace necesario un giro hacia el interior. (27)
Como era el caso con la guerra total y la paz total, la lógica de la guerra pura ha tenido profundas consecuencias para los palestinos en formas que parecen proféticas. El estado israelí, que llegó a último momento a la empresa colonial, confrontó con los límites geográficos de su proyecto en 1967, cuando ocupó e inmediatamente comenzó a crear colonias de asentamiento a través del resto de la Palestina histórica. Desde ese punto en adelante, fortalecido por el desarrollo de capacidad para producir armas nucleares, la exocolonización israelí dio lugar a la endocolonización del territorio entero, subdesarrollando las vidas y medios de vida de la gente común (tanto árabes como judíos) en orden a satisfacer las necesidades de una economía basada en la guerra pura.

El programa nuclear israelí, apoyado inicialmente por Gran Bretaña y más tarde revelado por Mordechai Vanunu, coincidió rudamente con la emergencia de un movimiento nacional palestino armado, cuyo uso de la violencia espectacular (secuestro de aviones) comenzó a fines de la década del 60', alimentando el crecimiento de una industria policial y académica dedicada al estudio del "terrorismo" (28) Como las naciones de asentamiento colonial (Israel, Sudáfrica, Estados Unidos) y antiguas potencias coloniales (Gran Bretaña, Francia, España, Italia, Alemania) generalmente eran el objetivo de esta violencia política subalterna, el nuevo discurso de "contra-terrorismo" estaba dominado por voces provenientes de este área. Para inicios de los 70', la imagen del refugiado palestino digno de piedad, (expuesto y solo) y necesitando caridad, dio lugar a un a imagen nueva, más amenazante: el "terrorista" portador de bombas y secuestrador de aviones.
Una vez más es Virilio quien ofrece una evidencia de la naturaleza profética de la experiencia palestina. En su libro "Defensa Popular y Luchas Ecológicas" (1978), él discute la relación entre "deslocalización nacional" y el desarrollo de nuevas formas de resistencia popular. Despojados de su tierra natal, argumenta, los palestinos simplemente cambiaron las reglas del juego utilizando en su provecho los circuitos globales de transporte y comunicación, así como su propia existencia en la diáspora. La emergencia de un terrorismo palestino no era más que un intento desesperado e ingenioso de un "territorio ocupado" en las rutas aéreas y en las noticias de los medios de difusión. "Los que afirman que la lucha palestina no es una 'defensa' popular están en lo cierto", señala, "es un asalto popular, convertido en suicida a causa de que no tienen elección. Luego de su desaparición geográfica, su objetivo último era asegurar que el pueblo palestino no desapareciera de la memoria como lo había hecho del mapa." (29) Hasta dónde este esfuerzo es exitoso finalmente, concluye, está más allá de la discusión: "Cualquiera sea el caso, la tragedia palestina... es el camino del futuro." (30)
En los años subsiguientes el entramado académico convencional ha sostenido una dicotomía implícita entre violencia "legítima", llevada adelante por estados en la forma de guerra, y violencia "ilegítima", llevada adelante por actores no-estatales en la forma de terrorismo. (31) Tal dicotomía, sin embargo, ignora el papel de las armas nucleares en convertir crecientemente en obsoleta la guerra tradicional. De hecho, la desaparición de "guerras" formalmente declaradas sugiere que los estados ya han internalizado la lógica de esta transformación. (32) Por su parte, Virilio argumenta persuasivamente que en el mundo de la guerra pura, la violencia del estado no es más que terrorismo de estado. Él apunta a la incursión de comandos israelíes en 1969 sobre el Aeropuerto Internacional de Beirut, y es subsiguiente raid sobre Entebbe, como marcando una época dominada por esa clase de acción preventiva del estado y el desdén por las normativas de la ley internacional que están en el centro de la Doctrina Bush:
¿Sobre qué derecho fue la fuerza aérea israelí a Entebbe?¿Sobre qué derecho fue a Beirut? Esto nos lleva mucho más allá del campo de la política. Cuando uno ve las dificultades que los regímenes políticos tienen para resistir al terrorismo a causa de las tecnologías mismas (teléfonos, misiles, etc.), puede imaginar los problemas que la comunidad internacional tiene para tratar de detener al terrorismo de estado... Al comienzo fueron los palestinos: secuestraron un avión con 200 pasajeros. Entonces ¿qué hace usted?¿Los mata, y muere con ellos? Desde el momento que el estado se ha fortalecido a sí mismo en contra del terrorismo individual -las Brigadas Rojas, Baader Meinhof o los palestinos -por medio del desarrollo de su propia clase de terrorismo, uno tiene que preguntar qué corte suprema puede prevenir esta diseminación infinita de crímenes de estado, de actos de guerra sin guerra. (33)
El mundo que Virilio describe aquí es uno en el cual el ejecutivo -la cara pública de la guerra purra -simplemente hace las reglas sobre la marcha a medida que continúa dirigiendo la lucha contra el terrorismo. Las nuevas categorías "legales" se inventan rutinariamente, incluyendo la idea israelí de "detención administrativa" (encarcelamiento político de palestinos, renovable infinitamente cada seis meses) y, más recientemente, la idea estadounidense de "combatientes enemigos" que existen en una tierra de nadie legal. (34) La tortura es practicada regularmente, incluso abiertamente, y ocasionalmente se le da sanción legal por las cortes. (35) Estos y otros desarrollos señalan la colonización de la política por la guerra pura, poniendo una vez más a Clausewitz cabeza abajo: La política es ahora la guerra seguida por otros medios. (36)
La política israelí posterior a 1967 frente a los palestinos ilustra bien la lógica de la guerra pura. Incluso en tanto estaba extendiendo su alcance militar externamente hacia las guerrillas palestinas exiliadas, el estado israelí estaba comenzando su colonización de Cisjordania y Gaza, estableciendo un modelo de contrainsurgencia perpetua que en forma creciente ha tomado la forma de lo que Virilio llama "guerra contra el medio." (37) Dentro de tal modelo, la guerra es llevada adelante directamente sobre los civiles y sobre el medio ambiente natural y las construcciones que aseguran su supervivencia. La guerra de Israel contra el medio alcanzó su apoteosis a inicios del 2002, cuando Ariel Sharon lanzó su "Operación de Protección Defensiva" a través de los territorios ocupados, teniendo como objetivo sistemático la infraestructura del proto-estado palestino. En una campaña que recuerda muchas de las acciones estadounidenses (defoliación de Vietnam, bombardeo de plantas potabilizadoras de Bagdad, el uso de bombas de grafito para crear la extensión de la oscuridad en Yugoslavia), los militares israelíes han arrancado miles de olivos, para así quebrar la economía palestina y producir un golpe simbólico poderoso a su imaginario nacional. Esta guerra perpetua no se ha detenido al nivel de la tierra: Un aspecto frecuentemente ignorado de la ocupación es el desvío de los recursos de agua por debajo de los pies de los palestinos para su utilización por los israelíes, incluyendo aquellos que viven en los asentamientos en las colonias. Quizá debido a su obsesión nacional con mantener la superioridad demográfica judía, Israel es también un líder mundial en tecnologías de reproducción asistida, convirtiéndose así en un pionero en lo que Virilio describe como la fase siguiente, biopolítica, de la endocolonización: la colonización del cuerpo por la tecnología. (38)
La lógica estructural de la ocupación ha criminalizado efectivamente la identidad palestina como tal, con "terrorismo" como el principal significante destinado a proveer una justificación moral irreprochable para acciones israelíes que implícitamente están respaldadas por la amenaza de un ataque nuclear. Cuando los soldados israelíes que servían en los territorios ocupados durante la primera intifada se quejaban de que se les hacía hacer "trabajo de policías" para el cual no estaban entrenados, su descontento mostraba la extensión hasta la cual Israel era ya un estado suicida, que continuaba alimentando la maquinaria de guerra pero aparecía públicamente como una maquinaria policial que buscaba "seguridad" y "orden". (39)
El trabajo de Virilio en esta area nos ayuda a entender la relación simbiótica entre la violencia palestina e israelí. La política israelí en los años recientes ha tomado la forma de acciones que inevitablemente generan respuestas violentas de parte de precisamente aquellos grupos palestinos que están más en condiciones de tomar como objetivos a civiles israelíes. La guerra de Israel en el medio tiene como contraparte la ola de violencia palestina que toma como objetivo el medio israelí mediante atentados explosivos suicidas destinados a centros de compras, restaurantes y autobuses. El estado suicida así produce no sólo su propia violencia, sino también la violencia de los otros, sea en la forma de lucha guerrillera, actos de desesperación individual, o explosiones catastróficas. (40) Ambas partes están confinadas dentro de un sistema de violencia hipermediatizada, hipertecnológica, que repercute en cada uno como voces de eco de una cámara de horrores.

[Confinamiento a cielo abierto]
En un artículo sobre la dinámica espacial emergente en la Franja de Gaza, Darryl Li señala que la Franja, que constituye solamente un mero 1,4 por ciento del Mandato Británico de Palestina, hoy alberga un cuarto del total de los palestinos que viven bajo control israelí. Con esto en mente, Li argumenta que Gaza ilustra como el "eslogan operativo" del colonialismo de asentamiento sionista ("máximo de tierra, mínimo de árabes") ha generado su propio corolario: "máximo de árabes sobre el mínimo de tierra". (41) Incapaz de remover físicamente un gran número de palestinos del territorio, el estado israelí ha elegido en cambio utilizar Gaza como un laboratorio en el cual probar una variedad de mecanismos de control espacial -incluyendo el "cercamiento" y la creación de "zonas colchón" -usando entre tanto su denominada pol&iaacute;tica de "desconexión" como manera de contrarrestar el discurso público sobre el futuro del conflicto. Al seguir esta estrategia de confinamiento, sugiere Li, Israel busca "manejar" el conflicto y descabezar el coro creciente de voces que llaman por un estado único binacional tanto para judíos israelíes como para árabes.
La cuestión del confinamiento juega un papel central en el trabajo de Virilio. Así, en tanto las interpretaciones convencionales tienden a considerar el confinamiento como una función de congestión, el acercamiento dromológico (del griego dromos, o raza) de Virilio añade un elemento no tenido en cuenta: el papel de la velocidad en producir formas de confinamiento que son tanto físicas como existenciales. Lo que frecuentemente es celebrado como la "apertura" de un mundo globalizado por medio de las tecnologías de la comunicación y el transporte es, en la versión de Virilio, el comienzo de un proceso de claustrofobia en avance:
Estamos frente al fenómeno del confinamiento. Michel Foucault analizó el gran encarcelamiento del siglo XVIII, con los asilos cerrados, las políticas disciplinarias del Gran Confinamiento. Pero el Gran Confinamiento no está atrás con el Panóptico de Bentham, está frente a nosotros con la globalización. Y diría que esto es la ecología gris. Además de la ecología de las sustancias, la ecología verde, hay una ecología de las distancias. La contracción telúrica de las distancias, la polución de las distancias, como la denomino -no la polución de la naturaleza sino la polución de las distancias en la naturaleza-- esto hará a la Tierra inhabitable. La gente sufrirá claustrofobia en la Tierra, en la inmensidad del planeta...
Mañana iremos a Montreal o Tokio por tres dólares, por nada. ¿Y entonces?¿Cuán lejos podemos ir? Eso es lo que siempre digo: ¿hasta qué punto? ¿Cuándo entenderemos la noción de cerrado?¿Es el mundo sin límites? No. Es crecientemente cerrado y constreñido. En un sentido, estos lugares serán todos iguales a nada. El encarcelamiento se convertirá en un fenómeno de masas, un fenómeno apocalíptico. (42)
En Palestina, el encarcelamiento es ya un fenómeno de masas. Esto es cierto, por supuesto, en las prisiones, pero en un sentido más profundo es cierto en todo pueblo, aldea y campo de refugiados.
El antropólogo israelí Jeff Halper acuñó el término "matriz de control" hace varios años para describir "la serie de mecanismos interconectados, sólo unos pocos de los cuales requieren ocupación física de territorio, que permiten a Israel controlar cada aspecto de la vida palestina en los Territorios Ocupados." (43) Tal como emergió gradualmente esta matriz luego de los acuerdos de Oslo, los palestinos comprensiblemente comenzaron a referirse a su situación en términos sudafricanos y nativo-americanos, advirtiendo que su país se estaba siendo transformado en una serie de "reservas" o "bantustanes" desconectados entre si. Desde que llegó al poder Sharon, este sistema de regulación espacial se ha vuelto crecientemente sofisticado y calibrado.

Tomar una interpretación dromológica nos ayudará a entender cómo el confinamiento de los palestinos deriva no sólo de la geopolítica, sino también de la cronopolítica. La política de defensa establecida de Israel siempre ha estado basada sobre el miedo a un ataque sorpresivo por parte de los vecinos árabes que, dice el argumento, pueden derrotar a un país cuya completa pequeñez reduce el tiempo de reacción a una cuestión de segundos. Sin embargo, es Israel, nuevamente el tiempo, la que ha demostrado su posesión del arma de la velocidad, ya sea en la Guerra de los Seis Días de 1967 o en cualquiera de sus ataques "preventivos". En gran medida igual a EE.UU., Israel ha logrado la supremacía militar mediante el aplastante poder aéreo, mediante el dominio del cielo. Cualquiera que haya pasado un tiempo en Cisjordania o Gaza (o, igualmente, en el Líbano) sabe cuán rápidamente un avión de combate israelí F-16 o un helicóptero artillado puede aparecer como si fuera de ninguna parte, llevando la intimidación en la forma de un estruendo sonoro o la muerte en la forma de un ataque misilístico. Como señala Li, el poder aéreo ha jugado un papel clave en el régimen cambiante de control en la Franja de Gaza, permitiendo a Israel cubrir a los palestinos con una gruesa red de vigilancia utilizando misiles aire-tierra para llevar adelante asesinatos. (44)

Por algo es, entonces, que muchos de los más fuertes críticos de Israel (incluyendo los que están dentro de Israel, como Tanya Reinhart) han comenzado a describir a los territorios ocupados como campos de prisioneros a cielo abierto. La característica definitoria de Palestina en el 2006 es la que Sylvere Lotringer, el interlocutor periódico de Virilio, denomina "confinamiento a cielo abierto." (45) Quizá esto es lo que el arquitecto Eyal Weizmann tenía en mente cuando acuñó la frase "política de verticalidad" para describir el sistema tridimensional israelí de control sobre los territorios palestinos. (46) Cuando añadimos una perspectiva dromológica, se vuelve claro que la política de ocupación de Israel ya se ha movido más allá de la política de territorialidad horizontal y vertical para crear lo que puede ser denominado una reducción a guetos cuatridimensional de los palestinos.

Como señala rápidamente Virilio, nuestra desatención a la velocidad, como un aspecto esencial del poder, disminuye en general nuestro entendimiento de la economía política. "La gente dice: 'usted es muy rico', pero nadie nunca dice: 'usted es muy ràpido'", él secamente señala. "Pero las dos cosas están relacionadas. Hay una violencia en la riqueza que ha sido entendida: no así con la velocidad". (47) A esta luz, es interesante señalar que una de las recomendaciones clave de un estudio reciente de la RAND Corporation sobre las perspectivas de un estado palestino futuro era la creación de una red ferroviaria de alta velocidad (denominada el Arca) diseñada para mover gente y bienes rápidamente a lo largo de un corredor entre la ciudad israelí de Haifa y la de Gaza en el sur.

[Palestina Global y la Solidaridad]
Difícilmente es sorprendente que la RAND se haya unido al coro de aquellos que tratan de hacer la vida un poco menos pesada para los palestinos. Lo que comenzó con la UNRWA se ha vuelto gradualmente, gracias a lo difícil del conflicto, en una red de escala global de organizaciones no-gubernamentales, programas de ayuda nacional, y esfuerzos multilaterales, todos dedicados a asistir al pueblo palestino. Al mismo tiempo, como hemos visto con "Hombres en el Sol" de Kanafani, los refugiados palestinos han estado sujetos a restricciones, humillaciones y abusos a lo largo del mundo. Kanafani demostró ser profético cuando, en 1990, los palestinos que vivían en Kuwait se encontraron siendo objetivo de guerra por el ejército iraquí invasor por su supuesto apoyo a la monarquía kuwaití, sólo para ser castigados por su apoyo al régimen iraquí una vez que comenzó la guerra liderada por los EE.UU. Como señala Derek Gregory, la profecía tomó un carácter aún más alarmante en febrero de 1991 cuando " cientos, quizá miles de conscriptos iraquíes fueron enterrados vivos cuando grandes arados montados en tanques Abrams destruyeron sus rústicas defensas de tierra" en el desierto de Kuwait. Aquellos que se las arreglaron para escapar del combate fueron luego atrapados por las fuerzas estadounidenses a lo largo de la "Ruta de la Muerte" (el camino que conducía hacia el norte fuera de Kuwait y hacia Iraq) y muertos en lo que fue descrito enfermizamente como "cacería de pavos". (48)
Los iraquíes, en otras palabras, tenían razones para sentir alguna conexión con los palestinos incluso antes del advenimiento de la ocupación estadounidense en el 2003. Al expresar este sentimiento de conexión, se están uniendo a una larga tradición que incluye libros tales como "Prisionero de Amor" de Jean Gernet y "La Segunda Vida de Gunn", de Janet Varner, el trabajo de poetas y músicos tales como John Trudell, y las palabras de los activistas de la comunidad desde Los Ángeles a Sudáfrica. Más recientemente, redes trasnacionales tales como la ISM han puesto a cientos de activistas (incluyendo a Rachel Corrie, aplastada hasta la muerte por una topadora israelí en el 2003) en el terreno en Cisjordania y Gaza, con el objetivo de documentar la represión israelí y asistir a los palestinos que están comprometidos en resistencia no-violenta al "muro de separación" israelí, a la confiscación de tierras, la demolición de viviendas, y otros aspectos cotidianos del régimen de ocupación. La represión israelí a los activistas del ISM, unida a una dura campaña de propaganda anti-ISM montada por los partidarios fuertes de Israel, sugiere que esta clase de trabajo organizado de solidaridad internacional es en realidad un desarrollo revolucionario con el potencial para alterar tanto la dinámica en el terreno como la percepción pública de estos sucesos en los Estados Unidos y en todas partes.
En su libro "Imperialismo y Cultura" (1993), Edward Said anticipa la emergencia de este nuevo movimiento de solidaridad, escribiendo sobre un "tipo elusivo de oposición... una contra-articulación internacionalista" ligada estrechamente a los "movimientos antisistema" descritos en el trabajo de Immanuel Wallerstein, Giovanni Arrighi, y otros. (49) En uno de sus últimos y más poderosos artículos, Said escribió sobre el poder continuo y creciente de este movimiento:

Lo que el trabajo de Rachel Corrie en Gaza reconocía era precisamente la gravedad y la densidad de la historia viviente del pueblo palestino en tanto comunidad nacional, y no meramente como una colección de refugiados necesitados. Esto es lo que ella era en cuanto a solidaridad. Y necesitamos recordar que esa clase de solidaridad no está más confinada a un número pequeño de almas intrépidas aquí y allá, sino que está reconocida en el mundo entero. (50)
Al elegir invocar las ideas de "gravedad" y "densidad", Said llama la atención sobre la transformación que ocurre frecuentemente cuando los activistas cruzan los límites geográficos y se encuentran sobre el terreno en Palestina, sintiendo el peso de no sólo una sino dos ocupaciones: a ilegal mantenida por los militares israelíes, y la humana mantenida por los palestinos que rehúsan rendir su conexión con la tierra.
Es remarcable que tantos activistas se hayan encontrado a sí mismos en años recientes utilizando variaciones del eslogan "Todos somos palestinos". Seguramente esto señala no sólo un acto de solidaridad, sino también un reconocimiento de que as experiencias de los palestinos viviendo bajo la ocupación se han vuelto, en un sentido, más generalizables. Este es precisamente el momento en que el eje palestino se abre en una nueva dirección, porque en el terrible trance enfrentado por los palestinos hoy, podemos ver algunos rasgos de nuestro propio futuro. La inhabitabilidad generalizada que Virilio visualiza está arraigada en una paradoja: a causa de la "polución de las distancias", seremos capaces de ir a cualquier parte -y sin embargo sentiremos que estamos yendo a ninguna parte, porque las distancias del pasado cesarán de tener cualquier significado. Para los palestinos, la paradoja es similar, pero de alguna manera inversa: viviendo en un lugar que es ya pequeño, deben ser capaces de ir a cualquier lugar de su propio país y hacerlo rápidamente, incluso sin la ayuda de las últimas tecnologías de la velocidad -sin embargo a causa de su reducci&oacutte;n a guetos, frecuentemente son incapaces de visitar a parientes que viven en el próximo pueblo, la próxima calle, incluso la próxima casa. Su único medio de escape es dejar el país y unirse a las masas de nómades globales -esos que no están en su hogar en ninguna parte -lo cual es, por supuesto, exactamente lo que muchos de los dirigentes de Israel quisieran.
Lo que hemos visto durante los años de ocupación israelí, y especialmente durante a segunda intifada y la campaña contra el Muro, es una determinación creciente de parte de los palestinos comunes y corrientes de usar lo que es, en efecto, el principal poder a su disposición, o sea, el casi-ontológico poder de habitación. (Es útil aquí recordar la observación de Said acerca de "la gravedad y la densidad de la historia viviente del pueblo palestino") En tanto Israel lleva adelante la "guerra contra el medio", más y más palestinos se han encontrado instalados en sus casas y sus campos, entre sus árboles, rehusando irse incluso si las tropas israelíes avanzan con sus tanques y topadoras de oruga. Al hacerlo establecen lazos con los muchos movimiento globales que han priorizado la noción de contra-habitación -esto es, mediante la insistencia en sus derechos como seres humanos a habitar las calles, edificios abandonados, y otros espacios públicos.
Treinta años atrás, Virilio anticipó este movimiento cuando escribió sobre la gente joven de la decadente cinscunscripción 14° de París ("en ruinas como un lugar bombardeado), habitando breve y "poéticamente" el espacio creado por la curvatura de un árbol. Tales sitios, argumenta, "mantienen una esperanza incierta, en tanto las zonas de nueva construcción no ofrecen otra esperanza que la de su destrucción futura". (51) En agudo contraste a esta "esperanza incierta", los directores del estado suicida poseen un "odio a o cotidiano" sin límites, que comparten con todos nosotros a través de los medios masivos de difusión. Lo que estamos dejando es un mundo de "anti-objetos", simbolizado por las dos industrias líderes de la economía norteamericana de posguerra: el cine y el automóvil. Ambas, escribe Virilio, representan "desdén por, abandono de, todo encuentro productivo con el medio". (52) En un mundo en donde la guerra es llevada adelante perpetuamente no en el medio sino contra él, la violencia constituye la verdadera realidad en la que vivimos. En la lectura de Virilio, esto nos deja una pregunta: "¿Vivir como poeta o como asesino?"
Sin duda, hoy estamos viendo a los asesinos. Ellos hacen andar la máquina de la guerra en la cual todos nosotros, lo comprendamos o no, estamos implicados. Hacen volar trenes de pasajeros en Madrid y se filman degollando "infieles". Usan bombas cargadas con uranio empobrecido y buscan justificaciones cuasi-legales para el uso de la tortura. Se comprometen en yihads sacras o seculares, creyendo que pueden salvar al mundo destruyéndolo.

¿Y quiénes son los poetas? Uno piensa en los jóvenes parisinos de Virilio y sus contrapartes en Madrid y otros sitios en los que la gente utiliza la contra-habitación como una forma de resistencia. Uno piensa en los músicos de blues que están frente al sufrimiento sólo para trascender ese sufrimiento a través de su arte. Por sobre todos ellos, sin embargo, uno piensa en la "esperanza incierta" de palestinos como Anuar, el residente del Campo de Refugiados de Dheisheh, de 11 años, que de acuerdo a Janet Varner Gunn, desafiaba a los soldados para que tiraran balas de goma en su dirección para poder luego juntarlas y utilizarlas para jugar a las bolitas con sus amigos. (53) Más recientemente, tenemos el ejemplo de los activistas palestinos e internacionales que continúan encontrando formas creativas de lucha no-violenta contra el Muro y la destrucción de hogares y árboles.

Dada la extensión en que el terrorismo está hoy implicado en la maquinaria de la guerra pura, es difícil escapar a la conclusión de que la no-violencia es el único camino razonable hacia delante. En tanto los palestinos continúan defendiendo su tierra, debemos recordar que el árbol de olivo -un símbolo poderoso y poé;tico de arraigo al medio, de fertilidad, de ocupación inconmovible -es una fuente holística de sustento emociona, financiero y político. (54) De la misma manera que Walter Benjamín una vez elogió al poeta Charles Baudelaire por eludir heroicamente los "golpes" de la modernidad, debemos decir que los palestinos, que comprenden la diferencia entre esperanza y optimismo, son los poetas -y los profetas - de una época de "conmoción y miedo".


Referencias
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Notas:



1) Sobre las similitudes entre las tácticas israelíes en Palestina y las tácticas norteamericanas en Iraq, ver Derek Gregory, The Colonial Present (Malden, MA and Oxford: Blackwell, 2004); sobre la "israelización" de la política exterior norteamericana, ver Tarak Barkawi, Globalization and War (Lanham, MD: Rowman & Littlefield, 2005), pp. 157-166.



2) Como señala Gregory, las fuerzas norteamericanas "convirtieron a los pueblos y aldeas iraquíes en simulacros de Cisjordania mediante el uso de alambre de púa y puestos militares de control, impulsando a los civiles iraquíes a notar el obvio paralelo: "No veo diferencias entre nosotros y los palestinos", remarcó un hombre mientras esperaba en un puesto de control, en tanto otro se quejó amargamente de que las acciones estadounidenses eran "justo lo que haría Ariel Sharon" (The Colonial Present, p. 243).



3) La ruptura de estos alineamientos políticos luego del 11 de septiembre también ha producido una creciente reacción neo-macartista contra los estudiosos de Oriente Medio que están fuera de la línea dominante estadounidense/israelí. Ver See Beshara Doumani (ed.), Academic Freedom After September 11 (New York: Zone Books, 2006).



4) Sobre e ISM y el activismo de solidaridad global en general durante la segunda intifada ver Roane Carey (Ed.), The New Intifada: Resisting Israel's Apartheid (London: Verso, 2001); Josie Sandercock et al. (Eds), Peace Under Fire: Israel, Palestine and the International Solidarity Movement (London: Verso, 2004); y Nancy Stohlman & Laurieann Aladin (Eds), Live From Palestine: International and Palestinian Direct Action Against the Israeli Occupation (Boston: South End Press, 2003).



5) Esta ideología de excepcionalismo no es única de Israel sino que más bien es un tópico común en los discursos nacionalistas asociados con proyectos de asentamiento colonial en general, incluyendo los Estados Unidos. La larga historia de los vetos estadounidenses a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, particularmente aquellas críticas a la política israelí, es una manifestación de esta orientación excepcionalista. Más recientemente, los Estados Unidos e Israel fueron las dos únicas naciones que votaron contra la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de Expresiones Culturales, de la UNESCO, cuando fue aprobada la Convención por la Conferencia General de la UNESCO, en octubre del 2005. Australia, también una sociedad de asentamiento colonial y fuerte aliado de EE.UU. en la "guerra contra el terrorismo", fue una de las cuatro naciones (las otras fueron Honduras, Liberia y Nicaragua) que se abstuvieron.



6) Al ofrecer una contribución inicial en esta dirección, estoy siguiendo conscientemente el trabajo de Edward Said, Barbara Harlow, Eqbal Ahmad, y otros que ayudaron a ubicar la lucha palestina en el contexto de otras luchas de liberación de "tercer mundo". Su énfasis en la solidaridad como un antídoto a discursos de excepcionalismo abre la posibilidad de un examen verdaderamente global de lo que Palestina ha significado, y continúa significando, no sólo para los individuos y comunidades del mundo, sino también para nuestro entendimiento de una cantidad de procesos que son globales en su alcance.



7) Sobre la idea de Benjamín del "fragmento monadológico", ver Graeme Gilloch, Walter Benjamin: Critical Constellations (Cambridge: Polity Press, 2002), p. 40.



8) Benjamin, 'The Image of Proust,' en Illuminations, Hannah Arendt (Ed.), Harry Zohn trans. (New York: Schocken Books, 1968), p. 202.



9) Ver Mourid Barghouti, I Saw Ramallah, Ahdaf Soueif trans. (New York: Anchor Books, 2001); John Collins, Occupied By Memory: The Intifada Generation and the Palestinian State of Emergency (New York: New York University Press, 2004); Mahmoud Darwish, Memory for Forgetfulness: August, Beirut, 1982,Ibrahim Muhawi trans. (Berkeley: University of California Press, 1995); and Ted Swedenburg, Memories of Revolt: The 1936-39 Rebellion and the Palestinian National Past (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1995).



10) 10 Paul Virilio, 'The Suicidal State,' en: The Virilio Reader, James Der Derian (Ed.) (Malden, MA and Oxford: Blackwell, 1998), pp. 29-45.



11) Virilio, Ground Zero, Chris Turner trans. (London: Verso, 2002).



12) Barkawi, Globalization and War, p. 36.



13) Sobre la guerra tota y la creación de la economía de guerra, ver Virilio and Lotringer, Pure War, M. Taormina trans. J. Der Derian (Ed.) (Malden, MA and Oxford: Blackwell, 1997 [1983]) pp. 9-17. La advertencia de Eisenhower acerca del poder creciente del complejo militar-industrial provee un punto de partida para la documentación de Jarecki, Why We Fight www.whywefight.com.



14) Joseph Massad, 'The Persistence of the Palestinian Question,' Cultural Critique, 59 (Winter 2005) pp. 1-23.



15) Virilio and Lotringer, Pure War, p. 31.



16 Michael Hardt y Antonio Negri, repasando la larga historia del discurso imperial, comenzando en la antigua Roma, argumentan que "el imperio está formado no sobre la base de la fuerza misma, sino sobre la base de la capacidad para presentar la fuerza como ser al servicio del derecho y de la paz." Ver Hardt and Negri, Empire (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1999), p. 15. Para una manifestación contemporánea de este discurso, ver Thomas P. M. Barnett, Blueprint for Action: A Future Worth Creating (New York: Putnam, 2005). El libro de Barnnett, una secuela a su best seller The Pentagon's New Map: War and Peace in the Twenty-First Century (New York: Putnam, 2004), muestra la visión del autor de "paz global" que se logrará mediante la supremacía continua de una superpotencia norteamericana considerada como mitad Leviatán y mitad Sistema Administrador.



17) Virilio, 'The Suicidal State,' p. 32.



18) Ibid., p. 32.



19) Dos acontecimientos recientes -la alimentación forzada a los detenidos en el centro de detención estadounidense en Guantánamo y la militarización del emprendimiento de socorro luego del huracán Katrina - ilustran algunos de los cambios que pueden resultar de esta "libertad de la necesidad".



20) Resolución n° 302 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 8 de diciembre de 1949.



21) Ver 'UNRWA: Overview' en http://www.un.org/unrwa/overview/index.html. El estudio más amplio sobre la UNRWA es Benjamin Schiff, Refugees unto the Third Generation: UN Aid to Palestinians (Syracuse: Syracuse University Press, 1995).



22) Virilio, 'The Suicidal State,' p. 33.



23) Giorgio Agamben argumenta que mediante a aplicación cada vez más frecuente del "estado de excepción" el siglo XX presenció una "generalización sin precedentes del paradigma de la seguridad como la técnica normal de gobierno." Ver Agamben, State of Exception, Kevin Attell trans. (Chicago: University of Chicago Press, 2005), p. 14. See also Hardt and Negri, Multitude, pp. 3-35.



24) En Darwish, Selected Poems, Ian Wedde and Fawwaz Tuqan trans. (Cheadle, Cheshire: Carcanet Press Ltd., 1973).



25) Ver Rosemary Sayigh, Too Many Enemies: The Palestinian Experience in Lebanon (London: Zed Books, 1994) and Fawaz Turki, The Disinherited: Journal of a Palestinian Exile (New York: Monthly Review Press, 1972).



26) Virilio and Lotringer, Pure War, 92.



27) Para Virilio, estos límites son en última instancia planetarios: cuando no queda nada para incorporar en el mundo, el estado dirige su atención hacia dentro y comienza a "subdesarrollar" su propia economía. Señala a las dictaduras militares latinoamericanas de los 70' y al régimen del Khmer Rouge de Camboya como ejemplos tempranos de endocolonización: "Lo que ocurrió en Camboya fue un modelo en escala, un esquema, una caricatura de lo que está ocurriendo a escala mundial. La clase militar se está convirtiendo en una superpolicía interna. Además, es lógico. En la estrategia de prevención, las instituciones militares, que no combaten más entre ellas, tienden a combatir sólo a las sociedades civiles -por supuesto, con unas pocas escaramuzas en el Tercer Mundo." (Pure War, p. 94).



28) Ver John Collins, 'Terrorism,' in Collateral Language: A User's Guide to America's New War, John Collins and Ross Glover (Eds) (New York: NYU Press, 2002), pp. 155-173.



29) Virilio, Popular Defense & Ecological Struggles, Mark Polizzotti, trans. (New York: Semiotext(e), 1990 [1978]), p. 56



30) Ibid., p. 57.



31) Para una visión alternativa de esta dicotomía, ver Tarak Barkawi and Mark Laffey, 'The Postcolonial Moment in Security Studies,' Review of International Studies 32, 2 (2006), pp. 329-352.



32) O quizá, como argumenta Ross Glover, lo que se solía denominar "guerra" está siendo reemplazado por la "guerra contra" (la pobreza, las drogas, el terrorismo), lo mejor para iniciar combates con final abierto, que requieren disposición de recursos sin fin a la seguridad social del estado y al complejo corporativo-militar. Ver Glover, 'The War on -,' en Collins and Glover, Collateral Language, pp. 207-222.



33 Virilio and Lotringer, Pure War, pp. 31-33.



34) Agamben argumenta que estos movimientos constituyen una aplicación moderna de la noción romana de homo sacer, una categoría reservada para aquellos que podían ser muertos con impunidad porque eran considerados como existiendo fuera tanto de la ley divina como de la jurídica. Mediante su uso liberal del "estado de excepción" en tales casos, el estado efectivamente "desejecuta" la ley misma. Ver Agamben, State of Exception, p. 50.



35) En el 2004, la Corte de Apelaciones de Gran Bretaña concedió al gobierno el derecho a utilizar evidencia obtenida mediante tortura (por ejemplo, en la base militar estadounidense de Guantánamo) cuando los detenidos son sospechados de "terroristas". En Israel, la Comisión Landau autorizó en 1987 el uso de lo que denominó "presión física moderada" contra los detenidos palestinos sospechados de amenazas a la "seguridad", una política que fue revertida en una todavía controvertida decisión de la Corte Suprema. A pesar de este cambio, los grupos de derechos humanos tales como B'tselem continúan documentado el uso ilegal de tortura en Israel.



36) Ver Michel Foucault, 'Society Must Be Defended': Lectures at the College de France, 1975-1976, Mauro Bertani and Alessandro Fontata (Eds) David Macey trans. (New York: Picador, 1997), pp. 1-19.



37) Virilio, 'The Suicidal State,' p. 30.



38 ) Ver Virilio and Lotringer, Crepuscular Dawn, trans. Mike Taormina (Los Angeles and New York: Semiotext(e), 2002), p. 101. Para una discusión detallada de la "biopolítica nacionalista" israelí, incluyendo la provisión agresiva de contraconceptivos y servicios de aborto para los palestinos que viven en Israel, ver Rhoda Ann Kanaaneh, Birthing the Nation: Strategies of Palestinian Women in Israel (Berkeley: University of California Press, 2002).



39) Martin van Crefeld, un historiador militar israelí, advirtió en el 2003 que Israel estaba en peligro de provocar su propia autodestrucción si continuaba el curso presente. Ver David Hirst, 'The War Game,' The Observer (London), 21 September 2003.



40) Sobre esto último, ver Thomas Thornton and Patricia Thornton, 'Blowback,' in Collins and Glover (Eds), Collateral Language, pp. 27-38.



41) Darryl Li, 'The Gaza Strip as Laboratory: Notes in the Wake of Disengagement,' Journal of Palestine Studies 35, 2 (Winter, 2006), pp. 39-40.



42) Virilio and Lotringer, Crepuscular Dawn, p. 63, emphasis in the original.



43) Halper, The 94 Percent Solution: A Matrix of Control, Middle East Report, 216, p. 15.



44) See Li, 'The Gaza Strip as Laboratory,' pp. 48-50.



45) Virilio and Lotringer, Crepuscular Dawn, p. 75.



46) Weizmann tiene en mente la combinación compleja de estrategias de Israel, incluyendo caminos y túneles, colonias de asentamiento en las colinas, control sobre acuíferos subterráneos y sistemas de desagüe, y el dominio del aire. Ver Weizman, 'The Politics of Verticality,' openDemocracy, 24 April 2002, available at http://www.opendemocracy.net/debates/article.jsp?id1/42&debateId1/445&articleId1/4801l. También ver Weizman and Rafi Segal (Eds), A Civilian Occupation: The Politics of Israeli Architecture (London: Verso, 2003).



47) Virilio and Lotringer, Pure War, p. 36.



48) Gregory, The Colonial Present, pp. 164-165.



49) Said, Culture and Imperialism (New York: Alfred A. Knopf, 2003), p. 311.



50) Said, 'The Meaning of Rachel Corrie: Of dignity and solidarity,' in Sandercock et al., Peace Under Fire, p. xv.



51) Virilio, 'The Suicidal State,' p. 43.

52) Ibid., pp. 42-43.
53) Janet Varner Gunn, Second Life: A West Bank Memoir (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1995), pp. 43-44.
54) Ver John Collins, 'From Portbou to Palestine, and Back,' forthcoming in Social Text, (Winter) 2007.

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