Dejo estas líneas breves que escribieron unos cumpas historiadores de Buenos Aires que hace años análizan la coyunturaa partir de la prensa oficial...el articulo completo que es interesantisimo(pero muy largo para colgar) se encuentra en el enlace "los chicos del análisis(de coyuntura)" o en www.analisisdecoyuntura.com.ar...
L
Un muy breve repaso histórico del conflicto israelí-palestino
En noviembre de 1947 la ONU aprueba el Plan de Partición de Palestina – en ese momento territorio colonial bajo administración británica - en dos estados, uno árabe y otro judío. El Plan asigna un 55 % de las tierras – la mayor parte desérticas - a la población judía, que equivale entonces al 31 % de los habitantes. Se estableció que la ciudad de Jerusalén y su área circundante quedarían bajo administración de la ONU. Los estados árabes rechazan el plan denunciando que viola la Carta de dicho organismo, en tanto desconoce el derecho de los pueblos a decidir su propio destino. Cuando al año siguiente cesa el mandato británico y se proclama el Estado de Israel, va a dar inicio la primera guerra árabe-israelí (mayo-junio de 1948). Israel se impone en ella a los ejércitos conjuntos de Siria, Jordania, Irak, Egipto y Líbano, absorbiendo Ashkelon (al norte de Gaza), la región de Acre-Nazaret (al sur de Líbano), y la franja occidental del desierto de Neguev. Estos territorios forman parte hoy del Estado de Israel. El resto de los territorios palestinos contemplados en el Plan de Partición quedan bajo administración de Egipto (Gaza) y Jordania (Cisjordania y Jerusalén Oriental) hasta 1967, cuando Israel los ocupa luego de la “Guerra de los Seis Días”.
La “diáspora” palestina (1.000.000 de exiliados luego de la guerra de 1948, 300.000 más como resultado de la de 1967) se aglutina a partir de la década de 1960 en torno a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), presidida desde 1967 por su líder histórico, Yasser Arafat. Durante más de dos décadas la OLP, considerada por Israel (pero no por la ONU) una organización terrorista, se traza como objetivo la creación de un único estado palestino en los territorios de la Cisjordania antes bajo mandato británico.
En la década de 1990, y en cierta medida como resultado del levantamiento popular contra la ocupación conocido como la “primera Intifada” (con epicentro en Gaza), se produce la ronda de negociaciones conocida como “Acuerdos de Oslo” (1993-1995). A cambio del reconocimiento del Estado de Israel por parte de la OLP, los israelíes se avienen a tratar la restitución de los territorios. Se acuerda un complejo cronograma de restituciones progresivas por el cual una naciente Autoridad Nacional Palestina (ANP) se hará cargo de la administración civil en el 60 % del territorio de Gaza y en una serie de enclaves “autónomos” (Jericó, Nablús, Ramallah, Belén) rodeados por áreas bajo supervisión de las fuerzas de seguridad israelíes. En 1994, Arafat asume la presidencia provisional de la ANP, a la cabeza del partido Al Fatah, el brazo político de la OLP.
A pesar de que los líderes de Al Fatah se muestran dispuestos a aceptar que el naciente estado palestino ocupe sólo un 22 % de la Palestina histórica – es decir, menos de la mitad del territorio establecido en el Plan de Partición – el proceso de Oslo se estanca por varias razones: el incremento de asentamientos judíos en territorios palestinos, la negativa de Israel a renunciar a Jerusalén Oriental, y los desacuerdos entre los mismos palestinos. Hamas, organización político-militar islámica, nacida en la década de 1970 y con fuerte arraigo en Gaza, rechaza los Acuerdos de Oslo por considerar que Al Fatah negocia aspiraciones históricas del pueblo palestino. Esta organización toma el relevo de la OLP en la resistencia armada a mediados de la década de 1990, lo que ocasiona una campaña de asesinatos selectivos por parte de Israel que diezman sus principales cuadros. El proceso de Oslo se interrumpe definitivamente a partir de la llamada “segunda Intifada” (2000), a la que Israel responde con el asesinato de más de 2.000 palestinos, la destrucción sistemática de la infraestructura de la ANP, el bombardeo y ocupación de ciudades “autónomas” y el comienzo de la construcción de un muro en Cisjordania para garantizar la anexión de nuevas tierras. La reocupación del territorio cisjordano se da en paralelo con la expulsión, por parte de Israel, de sus propios colonos en Gaza, en 2005 (“Plan de desconexión”).
A principios de 2006, Hamas consolida su ascendiente político al triunfar en las elecciones legislativas. Se realiza un fugaz intento de gobierno de “unidad nacional” con Mahmoud Abbas (también conocido como Abu Mazen, su alias de guerra), de Al Fatah, a cargo de la presidencia de la ANP desde 2005 (Arafat muere en 2004) e Ismael Haniyeh, de Hamas, en el rol de primer ministro. Pero Israel se niega a reconocer el triunfo de Hamas, e impone, con la complicidad de los EE.UU. y la UE, un bloqueo que incluye la negación de visados, la retención de impuestos y el cese de la ayuda internacional, que es vital para la reproducción de la ANP. A esto se suman los ataques y secuestros a cuadros de Hamas en el gobierno, lo que imposibilita de hecho el funcionamiento del Consejo Legislativo Palestino, y la provisión de armas a Al Fatah, que disputa con el grupo islámico el control de las fuerzas de seguridad.
En junio de 2007 se desencadena abiertamente el conflicto entre ambas organizaciones palestinas: Hamas toma el control efectivo de la Franja de Gaza; paralelamente, sus cuadros son expulsados de las posiciones de gobierno en Cisjordania. Abbas forma un gabinete con miembros de Al Fatah y es reconocido por la “comunidad internacional” como el único referente de la ANP. Se cierra el cerco sobre Gaza, bajo la forma de un riguroso bloqueo aéreo, marítimo y terrestre (en este caso, con la complicidad del gobierno egipcio), y de periódicas incursiones “punitivas”. En junio de 2008, tras una mediación a cargo del gobierno de Egipto, se pacta una tregua de seis meses que interrumpe las hostilidades pero no el bloqueo.
En noviembre de 1947 la ONU aprueba el Plan de Partición de Palestina – en ese momento territorio colonial bajo administración británica - en dos estados, uno árabe y otro judío. El Plan asigna un 55 % de las tierras – la mayor parte desérticas - a la población judía, que equivale entonces al 31 % de los habitantes. Se estableció que la ciudad de Jerusalén y su área circundante quedarían bajo administración de la ONU. Los estados árabes rechazan el plan denunciando que viola la Carta de dicho organismo, en tanto desconoce el derecho de los pueblos a decidir su propio destino. Cuando al año siguiente cesa el mandato británico y se proclama el Estado de Israel, va a dar inicio la primera guerra árabe-israelí (mayo-junio de 1948). Israel se impone en ella a los ejércitos conjuntos de Siria, Jordania, Irak, Egipto y Líbano, absorbiendo Ashkelon (al norte de Gaza), la región de Acre-Nazaret (al sur de Líbano), y la franja occidental del desierto de Neguev. Estos territorios forman parte hoy del Estado de Israel. El resto de los territorios palestinos contemplados en el Plan de Partición quedan bajo administración de Egipto (Gaza) y Jordania (Cisjordania y Jerusalén Oriental) hasta 1967, cuando Israel los ocupa luego de la “Guerra de los Seis Días”.
La “diáspora” palestina (1.000.000 de exiliados luego de la guerra de 1948, 300.000 más como resultado de la de 1967) se aglutina a partir de la década de 1960 en torno a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), presidida desde 1967 por su líder histórico, Yasser Arafat. Durante más de dos décadas la OLP, considerada por Israel (pero no por la ONU) una organización terrorista, se traza como objetivo la creación de un único estado palestino en los territorios de la Cisjordania antes bajo mandato británico.
En la década de 1990, y en cierta medida como resultado del levantamiento popular contra la ocupación conocido como la “primera Intifada” (con epicentro en Gaza), se produce la ronda de negociaciones conocida como “Acuerdos de Oslo” (1993-1995). A cambio del reconocimiento del Estado de Israel por parte de la OLP, los israelíes se avienen a tratar la restitución de los territorios. Se acuerda un complejo cronograma de restituciones progresivas por el cual una naciente Autoridad Nacional Palestina (ANP) se hará cargo de la administración civil en el 60 % del territorio de Gaza y en una serie de enclaves “autónomos” (Jericó, Nablús, Ramallah, Belén) rodeados por áreas bajo supervisión de las fuerzas de seguridad israelíes. En 1994, Arafat asume la presidencia provisional de la ANP, a la cabeza del partido Al Fatah, el brazo político de la OLP.
A pesar de que los líderes de Al Fatah se muestran dispuestos a aceptar que el naciente estado palestino ocupe sólo un 22 % de la Palestina histórica – es decir, menos de la mitad del territorio establecido en el Plan de Partición – el proceso de Oslo se estanca por varias razones: el incremento de asentamientos judíos en territorios palestinos, la negativa de Israel a renunciar a Jerusalén Oriental, y los desacuerdos entre los mismos palestinos. Hamas, organización político-militar islámica, nacida en la década de 1970 y con fuerte arraigo en Gaza, rechaza los Acuerdos de Oslo por considerar que Al Fatah negocia aspiraciones históricas del pueblo palestino. Esta organización toma el relevo de la OLP en la resistencia armada a mediados de la década de 1990, lo que ocasiona una campaña de asesinatos selectivos por parte de Israel que diezman sus principales cuadros. El proceso de Oslo se interrumpe definitivamente a partir de la llamada “segunda Intifada” (2000), a la que Israel responde con el asesinato de más de 2.000 palestinos, la destrucción sistemática de la infraestructura de la ANP, el bombardeo y ocupación de ciudades “autónomas” y el comienzo de la construcción de un muro en Cisjordania para garantizar la anexión de nuevas tierras. La reocupación del territorio cisjordano se da en paralelo con la expulsión, por parte de Israel, de sus propios colonos en Gaza, en 2005 (“Plan de desconexión”).
A principios de 2006, Hamas consolida su ascendiente político al triunfar en las elecciones legislativas. Se realiza un fugaz intento de gobierno de “unidad nacional” con Mahmoud Abbas (también conocido como Abu Mazen, su alias de guerra), de Al Fatah, a cargo de la presidencia de la ANP desde 2005 (Arafat muere en 2004) e Ismael Haniyeh, de Hamas, en el rol de primer ministro. Pero Israel se niega a reconocer el triunfo de Hamas, e impone, con la complicidad de los EE.UU. y la UE, un bloqueo que incluye la negación de visados, la retención de impuestos y el cese de la ayuda internacional, que es vital para la reproducción de la ANP. A esto se suman los ataques y secuestros a cuadros de Hamas en el gobierno, lo que imposibilita de hecho el funcionamiento del Consejo Legislativo Palestino, y la provisión de armas a Al Fatah, que disputa con el grupo islámico el control de las fuerzas de seguridad.
En junio de 2007 se desencadena abiertamente el conflicto entre ambas organizaciones palestinas: Hamas toma el control efectivo de la Franja de Gaza; paralelamente, sus cuadros son expulsados de las posiciones de gobierno en Cisjordania. Abbas forma un gabinete con miembros de Al Fatah y es reconocido por la “comunidad internacional” como el único referente de la ANP. Se cierra el cerco sobre Gaza, bajo la forma de un riguroso bloqueo aéreo, marítimo y terrestre (en este caso, con la complicidad del gobierno egipcio), y de periódicas incursiones “punitivas”. En junio de 2008, tras una mediación a cargo del gobierno de Egipto, se pacta una tregua de seis meses que interrumpe las hostilidades pero no el bloqueo.
7 comentarios:
Bueno.
Saludos
Excelente trabajo, Lágrima.
Esther Marinos
Buen esquema.
╬aLaRoTa╬
En lo breve la realidad. Saludos
la articulación del conflicto, el eterno problema hace…
está muy bueno
un beso
adrian
Siempre pensamos que hay que cortar todo lo negativo.
Saludos, muy buena selección.
Esta muy bueno, así se continúa formando la sociedad.
Andrés
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