Al cabo de tres jornadas, andando hacia el mediodía, el hombre se encuentra en Anastasia, ciudad bañada por canales concéntricos y sobrevolada por cometas. Debería ahora enumerar las mercancías que se compran a buen precio: ágata, ónix crisopacio y otras variedades de calcedonia; alabar la carne del faisán dorado que se cocina sobre la llama de leña de cerezo estacionada y se espolvorea con mucho orégano; hablar de las mujeres que he visto bañarse en el estanque de un jardín y que a veces -así cuentan- invitan al viajero a desvestirse con ellas y a perseguirlas en el agua. Pero con estas noticias no te diré la verdadera esencia de la ciudad: porque mientras la descripción de Anastasia no hace sino despertar los deseos uno por uno, para obligarte a ahogarlos, a quien se encuentra una mañana en medio de Anastasia los deseos se le despiertan todos juntos y lo circundan. La ciudad se te aparece como un todo en el que ningún deseo se pierde y del que tú formas parte, y como ella goza de todo lo que tú no gozas, no te queda sino habitar ese deseo y contentarte. Tal poder, que a veces dicen maligno, a veces benigno, tiene Anastasia, ciudad engañadora: si durante ocho horas al día trabajas como tallador de ágatas ónices crisopacios, tu afán que da forma al deseo toma del deseo su forma, y crees que gozas por toda Anastasia cuando sólo eres su esclavo(I.C)
14 comentarios:
El deseo como supremacía, es siempre así, y a veces, invisible.
Saludos de Raúl.
Me gustó tu terminación, aun así, un corchete abierto, de los buenos. Marcos
Me colgué leyendo, el comentario de más arriba era para “3 sensaciones, unos recuerdos, algunas citas”.
Bien x Calvino y Benjamín. Marcos.
Sigo...
Claro, el deseo mas de lo que creemos nos motoriza...un saludito!
L
jaja, Marcos que bueno el cuelgue!! y las coincidencias...todo lo que puedas recomendar de lecturas será bienvenido!
Besos grandes
L...
Hola, acá te dejo una página que caché de casualidad y está buena, además de la biblio tiene varios enlaces que de pronto podés tomar para tu archivo, aunque seguro ya te leiste todo, Lágrima. Ojalá sirva, besos. Marcos.
http://www.booksfactory.com/writers/calvino_es.htm
Adición capital, para nada taxativa. La adición de valor honesto.
Es importante que sea el lector quien se halle ante la lectura.
Y al margen, si el Editorial es de tu autoría, que creo que lo es ya que no mencionás nombres, te felicito.
Un beso Lágrima. Evaristo
Las ciudades y la memoria. 1 (I. Calvino)
Partiendo de allá y andando tres jornadas hacia levante, el hombre se encuentra en Diomira, ciudad con sesenta cúpulas de plata, estatuas de bronce de todos los dioses, calles pavimentadas de estaño, un teatro de cristal, un gallo de oro que canta todas las mañanas en lo alto de una torre. Todas estas bellezas el viajero ya las conoce por haberlas visto también en otras ciudades. Pero es propio de ésta que quien llega una noche de septiembre, cuando los días se acortan y las lámparas multicolores se encienden todas a la vez sobre las puertas de las freidurías, y desde una terraza una voz de mujer grita: ¡uh!, se pone a envidiar a los que ahora creen haber vivido ya una noche igual a ésta y haber sido aquella vez felices.
Saludos y buen jueves. Nati
Y tome "prestada" de la biblio "LA NUBE DE SMOG", Lágrima.
Saludos. Nati
Excelente!
Por mi parte tomé prestado casi todo de la biblioteca, un abrazo. Carla
Bravísimo!
Tb me gustó el material de la biblioteca y estoy viendo :=
Buenísmo.Todo deseo transforma y suministra algo.
Todo el material que volcaste es muy interesante, saludos. Claudio
Buenas madrugadas, volví a ver que nuevos libros habías cargado y me encontré con la sorpresa que sigue creciendo la biblioteca.
Soy un asiduo visitante.
Te quería recomendar una película, "El espinazo del diablo", como tengo mil ventanas abiertas no logro mucha info al respecto, tampoco sé si existe el libro, supongo que si.
En cualquier momento vuelvo.
Un beso grande.
Marcos.
Hola me interesé en esto, también visité esta página que seguro te va a gustar:
http://www.rallyconurbano.com.ar/e-calvino.htm
Un beso. Leandro
Publicar un comentario